El diseño centrado en el usuario es un medio para
alcanzar y mejorar la utilidad del producto. Es decir, cómo los usuarios
responden ante el diseño de un producto o servicio ofrecido a ellos
específicamente. Su objetivo es lograr satisfacción a las necesidades y
expectativas de los usuarios.
El origen del diseño centrado en el usuario es
enmarcado por el diseño industrial y militar de la época de los cincuenta. Era
cuando los diseñadores establecían la firmeza de que para la realización de un
producto al ser humano requería de un proceso de investigación en torno a su
antropometría, ergonomía, arquitectura o biomecánica.
Fueron grandes
diseñadores como Norman Bel Geddes, Henry Dreyfuss, George Nelson, Charles y RayEames, quienes influenciaron el avance de la arquitectura o la ingeniería de la
época, estilizando los productos y servicios y adaptándolos a innovaciones que
posteriormente daría paso a una adaptación tecnológica en base a las
características de las personas.
El poder ofrecer visiones de un futuro y el simple
hecho de ir más allá en la funcionalidad permitió un nuevo enfoque de diseño
que se favoreció más que nada en la necesidad que los productos pueden ofrecer
en base a nuevas técnicas y métodos de los mismos.
En la misma década muchos avances informáticos aún se
centraban en el funcionamiento y la forma de trabajar de los productos y no en
la manera de comprender la forma de trabajo de las personas, es decir, los
usuarios. Fue hasta la década de los
ochenta en donde empieza la plena expansión del diseño centrado en el usuario.
Se estableció como un marco de trabajo, investigación y desarrollo de
principios del diseño de las interfaces del usuario. Fue el momento de observar a los usuarios y su interacción con los productos.
Los modelos que definen dicho proceso son:
·
Modelo
Conceptual: establecido por el diseñador del producto en sí mismo.
·
Interfaz: la
forma en la que el producto es percibido por el usuario
·
Modelo Mental:
como el usuario utiliza el producto en base a su interfaz.
Con base en estos enfoques, el diseño centrado en el
usuario, pretende asegurar la funcionalidad basándose en las necesidades
establecidas por el usuario. Su filosofía establece como se parte de una
premisa que condicionara las acciones del usuario como centro de la utilidad
del producto o servicio. Aunque el usuario siempre debe de ser el fin, el
diseñador también sabrá reconocer una visión personal, una estructura y
necesidad principal e implementar una solución de manera fácil.
Siempre se realiza todo teniendo como base al público objetivo o
usuario establecido. Las necesidades del usuario son las que definen el uso del
producto y las que precisamente condiciones el diseño en su totalidad.
Lo más
importante es entender y especificar el contexto en general, identificando a
las personas a las que el diseñador se dirige y observando cómo y en qué
condiciones será usado el producto. Luego se establecen requisitos, conocer los
objetivos que el usuario posee para así poder producir soluciones de diseño que
luego serán evaluadas, para así validar si el producto satisface o no a los
problemas del usuarios. En base a ello
tampoco se pretende dejar de lado el valor que el producto pretende crear y
capacidad para resolver problemas y necesidades reales.
Actualmente los diseños convierten al usuario en el
eje central del proceso del diseño. Debe de exigirse conocer y comprender a las
personas y también como hacen utilidad de los productos de manera específica.
Logrando así la creación de productos que resolverán necesidades concretas.
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